viernes, 27 de noviembre de 2015

Que es el Pensamiento Crítico?

¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO CRÍTICO?
Alejandro Herrera



Mientras en nuestras preparatorias y universidades se viene enseñando la lógica de manera tradicional, es decir, la lógica formal acompañada de tablas de verdad, de reglas de inferencia y de ejercicios abstractos de derivaciones, en Canadá, Estados Unidos e Inglaterra se empezó a generar -a mediados de los años 70- un movimiento que fue resultado de una sensación generalizada de insatisfacción con los cursos tradicionales de lógica formal, ya fuese ésta lógica simbólica, ya fuese la aún más tradicional (de raigambre escolástica) que sigue enseñándose en las preparatorias de nuestro país. Dicho movimiento promueve como alternativa la enseñanza del pensamiento crítico ("critical thinking"), expresión ésta que en la actualidad forma parte del título de una gran cantidad de libros de texto, muchos de los cuales se encuentran ya en la biblioteca del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM. Uno de los primeros filósofos en usar la expresión "Critical Thinking" como título de un libro de lógica fue Max Black (1946). Otros autores prefirieron títulos como "El arte de razonar", "Lógica práctica", "Lógica aplicada" y muchos otros títulos, pero sobre todo usaron la expresión "lógica informal". Así, en 1978 surgió en Canadá la Informal Logic Newsletter, cuyos editores fueron J. Anthony Blair y Ralph H. Johnson. En el primer número caracterizaban la lógica informal, por vía negativa, como "todo lo que no puede aparecer en las páginas de The Journal of Symbolic Logic" y, por vía positiva, como "toda una gama de cuestiones teóricas y prácticas que surgen al examinar de cerca, y desde un punto de vista normativo, los razonamientos cotidianos de la gente".

Otras nociones estrechamente ligadas a esta corriente son las de argumento o argumentación, y la de retórica (esta última de alcurnia aristotélica). En esta dirección fueron precursores e iniciadores notables S. E. Toulmin con The Uses of Argument (1958), así como L. Olbrechts-Tyteka y Chaim Perelman con The New Rhetoric (originalmente en francés). Este último escribiría luego Le champ de l'argumentation, y Toulmin desarrollaría en 1978 un método para analizar argumentos. A grandes rasgos, la argumentación es caracterizada por algunos autores como el dar razones a favor de una afirmación.
El pensamiento crítico se propone examinar la estructura de los razonamientos sobre cuestiones de la vida diaria, y tiene una doble vertiente analítica y evaluativa. Intenta superar el aspecto mecánico del estudio de la lógica, así como entender y evaluar los argumentos en sus habitats naturales, por ejemplo, el jurídico, el estético y el ético.
Estrechamente ligado al pensamiento crítico y a la lógica informal, está el estudio de las falacias (o más precisamente, de las falacias informales). En los tratados comunes de lógica y en los programas de lógica de los planes de estudio vigentes, el capítulo de las falacias ocupa un espacio irrisorio. Por el contrario, en la actualidad hay libros dedicados totalmente a las falacias, o hay capítulos mucho más extensos en los que se pone énfasis en la importancia de la detección de falacias en el contexto de la vida cotidiana. Douglas Walton es uno de los estudiosos más importantes de esta materia. El pensamiento crítico no se caracteriza como tal en el sentido destructivo o demoledor, sino más bien como un pensamiento reflexivo que fundamenta debidamente las afirmaciones. En palabras de Vincent Ryan Ruggiero, "nos ayuda a interpretar ideas complejas, a evaluar las evidencias a favor de un argumento, y a distinguir entre lo razonable y lo no razonable". Para ello, diversos textos han ideado novedoras técnicas para analizar la estructura de los argumentos en términos de estrategia más que de esqueleto simbólico. Algunos autores han sido muy críticos de textos de lógica típicos -como el de Copi-, a los que han calificado de "cursos de matemáticas, simplificados" (Francis Watanabe Dauer). Sin embargo, no todos piensan que haya que excluir de estos textos a la lógica formal. Por ello, algunos incluyen, por ejemplo, la lógica proposicional en algún capítulo y piensan que sería una insensatez prescindir de ella. El pensamiento crítico, en síntesis, ha devuelto los argumentos a su habitat natural. En el próximo número ofreceremos una bibliografía de esta tendencia en la enseñanza de la lógica.

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