sábado, 28 de noviembre de 2015

El moldeamiento





El moldeamiento

El moldeamiento es una técnica que se utiliza para conseguir, gradualmente, una determinada conducta deseada. Es eficaz para conseguir respuestas que no existen en el repertorio del sujeto. El procedimiento consiste en aplicar el reforzamiento tras las respuestas que, aun no siendo las que se desean, se aproximan a ellas (procedimiento de las aproximaciones sucesivas) y, a la vez, en ir administrando el reforzador diferencialmente, cada vez con un mayor nivel de exigencia.


El Procedimiento de Moldeamiento.

 El reforzamiento y la extinción son las herramientas que se usan para crear o moldear conductas operantes nuevas, ya que esos procedimientos sirven para modificar la frecuencia y la topografía de las respuestas. Antes de principiar a moldear la conducta, debemos asegurarnos de que el reforzador que vamos usar es efectivo. Esto se puede determinar privando al organismo del reforzador durante algún tiempo antes de principiar el moldeamiento. Enseguida debemos analizar la conducta exacta que vamos a producir: ¿Cuál es la secuencia exacta de respuestas que se desea? Una vez que hayamos decidido cuál es la conducta terminal, entonces podemos reforzar las aproximaciones que se le acerquen cada vez más. 

El procedimiento general que se usa en el moldeamiento, comienza por elevar el nivel general de actividad del organismo privado. Esto se puede lograr reforzando cualquiera de sus respuestas; sin embargo, para poder acortar el procedimiento de moldeamiento, se elige para reforzamiento una respuesta un poco parecida a la respuesta deseada. Luego se suspende el reforzamiento, y como ya lo indicamos anteriormente, se incrementará la variabilidad y la fuerza de la respuesta. Antes de que se reduzca la frecuencia de la conducta, se elige y se refuerza una respuesta cercana a la conducta deseada, eligiéndola de entre las conductas enérgicas y variables que se produjeron inicialmente durante la extinción. Este reforzamiento selectivo incrementa la frecuencia de la variación en la conducta reforzada. Luego que se ha establecido firmemente la conducta, y que ésta ocurre en forma frecuente, nuevamente se suspende el reforzamiento, se incrementa brevemente la privación y se elige y se refuerza una respuesta aún más cercana a la deseada. 

Este procedimiento se denomina moldeamiento, ya que realmente se moldea una respuesta determinada de la conducta del organismo de una manera parecida al escultor que moldea una figura en el yeso en el que trabaja. Por lo tanto, podemos comenzar reforzando cualquier movimiento que hace el organismo. Más adelante se podrá reforzar la respuesta de caminar, luego solo reforzaremos la conducta de caminar en determinada dirección, etc. Al restringir continuamente nuestra definición de la respuesta que se desea reforzar, también en forma creciente definimos y moldeamos la conducta del organismo.

 La Práctica del Moldeamiento.

 Ya que hemos analizado los principios básicos y los procedimientos que se usan en el moldeamiento, vamos a usarlos para moldear la conducta del pichón para que éste presione un pedal, el cual sale de un costado de su caja aproximadamente una pulgada y está a una altura del piso de dos pulgadas. Esta respuesta raramente la haría el pichón en circunstancias ordinarias. 

Nuestro primer paso es procurar que el reforzamiento de las respuestas sea inmediato. El reforzamiento demorado no es tan efectivo como el reforzamiento inmediato, en parte debido a que esto permite que el organismo emita respuestas adicionales entre la ocurrencia que deseamos reforzar y la entrega real o física del reforzamiento. Por lo tanto, de ese modo también se reforzarían conductas mediadoras, dando como resultado que lo que reforzamos sería la respuesta seguida de otra conducta, en lugar de reforzar únicamente la respuesta. Por ejemplo, si deseamos reforzar la respuesta de levantar la mano de la mesa, será inadecuado entregar el reforzador cuando la mano ya se ha vuelto a colocar sobre la mesa. Necesitamos un reforzador que pueda ser entregado inmediatamente después de levantar la mano. De ese modo, solo reforzaremos la conducta de levantar la mano. 

La solución práctica que se da al problema de proporcionar el reforzamiento inmediato, consiste en emplear un estímulo discriminativo como reforzador condicionado. Los estímulos auditivos y visuales se pueden presentar inmediatamente después de cualquier respuesta elegida, mientras que la comida no puede ser entregada inmediatamente después de cualquier respuesta, ya que el organismo debe emitir respuestas adicionales para acercarse a la comida e ingerirla. Para que un estímulo discriminativo pueda ser establecido como reforzador condicionado, se debe reforzar una respuesta en presencia de un estímulo, usando alimento como reforzador. Para un pichón, el grano es un buen reforzador (siempre que estemos seguros de que el ave haya sido privada de grano); y el sonido que produce el mecanismo que entrega el grano junto con la reducción en la iluminación de la cámara del ave, han resultado ser estímulos discriminativos efectivos. 

A partir de esto, reforzamos la conducta del ave de caminar hasta donde está el grano y tomarlo solo en presencia de los siguientes estímulos: 

1) el sonido del mecanismo programador de la entrega de granos 
2) la iluminación reducida. 

Después de que el pichón ha comido un poco, se retira el comedero con granos y después se vuelve a presentar una vez más en presencia de los dos estímulos. Se necesitarán varias presentaciones de los estímulos y varios reforzamientos de la respuesta en presencia de ellos, antes de establecer el control de esos estímulos sobre las respuestas. Cuando el ave se aproxima inmediatamente y en forma confiable al grano cada vez que ocurre el sonido y la reducción en la iluminación y no se acerca en ausencia de ellos, los estímulos discriminativos estarán controlando la conducta y podrán ser usados como reforzadores condicionados para moldear otras conductas. 

Nótese que este procedimiento ha establecido una cadena de estímulos y respuestas como la señalada en el capítulo I. Una respuesta es emitida durante el moldeamiento ahora podrá ser reforzada con el reforzador condicionado del sonido del mecanismo de entrega del reforzador y con la reducción en la iluminación. Estos estímulos son a su vez estímulos discriminativos en cuya presencia la conducta de acercarse al grano y tomarlo será reforzada con la ingestión del grano. 

Los reforzadores primarios positivos como el grano, generalmente son efectivos solo si el organismo ha estado privado de ellos inmediatamente antes. En la práctica, el grano es un reforzador bastante efectivo para el pichón, cuando el ave se mantiene en un 80 porciento del peso que tendría si fuera alimentado sin restricción. El valor de 80 porciento no solo hace que el grano sea efectivo como reforzador, sino que también mantiene al ave alerta y activa. Una vez que estamos seguros de tener un reforzador efectivo para nuestro experimento de moldeamiento, debemos proceder a analizar la conducta específica que se va a moldear. En este caso, queremos que el pichón camine hasta el pedal, que ponga una pata sobre él y que lo presione. Ahora podemos comenzar a moldear la conducta del pichón reforzando por medio del reforzador condicionado la primera parte de la respuesta, la cual en este caso es caminar. O mejor aún, si el ave ya presenta la conducta de caminar con exceso desde el principio del experimento, reforzaremos la conducta específica de caminar hacia el pedal. El reforzador positivo, el cual es la comida que tiene obtiene el ave en presencia del reforzador condicionado, producirá un incremento en el nivel general de actividad del animal. Después de algunas presentaciones de la comida, el ave estará activa y no tendremos ninguna dificultad en seleccionar y reforzar cualquier actividad que la aproxime al pedal. Unos cuantos reforzadores que se den al caminar hacia el pedal, darán como resultado que el ave camine directamente hacia él después de que haya comido.

El siguiente paso será reforzar la respuesta de levantar la pata cuando el ave esté frente al pedal. Esto no es difícil, debido a que el ave ya camina hacia el pedal pero requiere una observación cuidadosa. Es necesario reforzar inmediatamente la respuesta de levantar la pata y no la respuesta de ponerla de nuevo en el piso. Cuando el ave esté frente al pedal, reforzaremos selectivamente los levantamientos de la pata que incluyan movimientos hacia el pedal y que tengan la suficiente altura como para poder ponerlo sobre él. Esto hará que finalmente la pata sea colocada sobre el pedal. Posteriormente solo reforzaremos los apretones del pedal y con ello habremos moldeado la respuesta deseada. 

La aplicación cuidadosa y sistemática del procedimiento de moldeamiento, aunado al uso de un reforzador efectivo, son suficientes para enseñarle a un organismo cualquier conducta operante para la cual esté físicamente capacitado. Por ejemplo, se ha enseñado a los pichones a jugar pingpong, a las ratas a que levanten pesos que superan a los de sus propios cuerpos a niños de dos o tres años a que escriban en máquina de una manera aceptable. Difícilmente han comenzado a ser explotadas las posibilidades del moldeamiento para usarse en las capacidades tanto de los animales como del hombre.

REFERENCIAS


Compendio de condicionamiento operante (a primer of operant conditioning),  G. S. Reynolds Universidad de California, San Diego, 1968

Manual de Psicología Educacional / Violeta Arancibia C., Paulina Herrera P. y Katherine Strasser S. 

Wolfolk, anita (2010) Psicología educativa. 11a. edición. Editorial Pearson.

Papalia, Diane E. (1994). Psicología. Editorial McGraw-Hill.

Myers, David G. (2007). Psicología. Editorial Médica Panamericana.

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