El moldeamiento
El moldeamiento es una técnica que se utiliza para conseguir, gradualmente, una determinada conducta deseada. Es eficaz para conseguir respuestas que no existen en el repertorio del sujeto. El procedimiento consiste en aplicar el reforzamiento tras las respuestas que, aun no siendo las que se desean, se aproximan a ellas (procedimiento de las aproximaciones sucesivas) y, a la vez, en ir administrando el reforzador diferencialmente, cada vez con un mayor nivel de exigencia.
REFERENCIAS
Compendio
de condicionamiento operante (a primer of operant conditioning), G. S. Reynolds
Universidad de California,
San Diego, 1968
Wolfolk, anita (2010) Psicología educativa. 11a. edición. Editorial Pearson.
Papalia, Diane E. (1994). Psicología. Editorial McGraw-Hill.
Myers, David G. (2007). Psicología. Editorial Médica Panamericana.
El Procedimiento de Moldeamiento.
El reforzamiento y la extinción son las herramientas que se usan para
crear o moldear conductas operantes nuevas, ya que esos procedimientos sirven
para modificar la frecuencia y la topografía de las respuestas. Antes de principiar a
moldear la conducta, debemos asegurarnos de que el reforzador que vamos usar es
efectivo. Esto se puede determinar privando al organismo del reforzador durante
algún tiempo antes de principiar el moldeamiento. Enseguida debemos analizar la
conducta exacta que vamos a producir: ¿Cuál es la secuencia exacta de respuestas
que se desea? Una vez que hayamos decidido cuál es la conducta terminal,
entonces podemos reforzar las aproximaciones que se le acerquen cada vez más.
El procedimiento general que se usa en el moldeamiento, comienza por
elevar el nivel general de actividad del organismo privado. Esto se puede lograr
reforzando cualquiera de sus respuestas; sin embargo, para poder acortar el
procedimiento de moldeamiento, se elige para reforzamiento una respuesta un
poco parecida a la respuesta deseada. Luego se suspende el reforzamiento, y como
ya lo indicamos anteriormente, se incrementará la variabilidad y la fuerza de la
respuesta. Antes de que se reduzca la frecuencia de la conducta, se elige y se
refuerza una respuesta cercana a la conducta deseada, eligiéndola de entre las
conductas enérgicas y variables que se produjeron inicialmente durante la
extinción. Este reforzamiento selectivo incrementa la frecuencia de la variación en
la conducta reforzada. Luego que se ha establecido firmemente la conducta, y
que ésta ocurre en forma frecuente, nuevamente se suspende el reforzamiento, se
incrementa brevemente la privación y se elige y se refuerza una respuesta aún más
cercana a la deseada.
Este procedimiento se denomina moldeamiento, ya que realmente se
moldea una respuesta determinada de la conducta del organismo de una manera
parecida al escultor que moldea una figura en el yeso en el que trabaja. Por lo
tanto, podemos comenzar reforzando cualquier movimiento que hace el
organismo. Más adelante se podrá reforzar la respuesta de caminar, luego solo
reforzaremos la conducta de caminar en determinada dirección, etc. Al restringir
continuamente nuestra definición de la respuesta que se desea reforzar, también en
forma creciente definimos y moldeamos la conducta del organismo.
La Práctica del Moldeamiento.
Ya que hemos analizado los principios básicos y los procedimientos que
se usan en el moldeamiento, vamos a usarlos para moldear la conducta del pichón
para que éste presione un pedal, el cual sale de un costado de su caja
aproximadamente una pulgada y está a una altura del piso de dos pulgadas. Esta
respuesta raramente la haría el pichón en circunstancias ordinarias.
Nuestro primer paso es procurar que el reforzamiento de las respuestas
sea inmediato. El reforzamiento demorado no es tan efectivo como el
reforzamiento inmediato, en parte debido a que esto permite que el organismo
emita respuestas adicionales entre la ocurrencia que deseamos reforzar y la entrega
real o física del reforzamiento. Por lo tanto, de ese modo también se reforzarían
conductas mediadoras, dando como resultado que lo que reforzamos sería la
respuesta seguida de otra conducta, en lugar de reforzar únicamente la respuesta.
Por ejemplo, si deseamos reforzar la respuesta de levantar la mano de la mesa, será
inadecuado entregar el reforzador cuando la mano ya se ha vuelto a colocar sobre
la mesa. Necesitamos un reforzador que pueda ser entregado inmediatamente
después de levantar la mano. De ese modo, solo reforzaremos la conducta de
levantar la mano.
La solución práctica que se da al problema de proporcionar el
reforzamiento inmediato, consiste en emplear un estímulo discriminativo como
reforzador condicionado. Los estímulos auditivos y visuales se pueden presentar
inmediatamente después de cualquier respuesta elegida, mientras que la comida
no puede ser entregada inmediatamente después de cualquier respuesta, ya que el
organismo debe emitir respuestas adicionales para acercarse a la comida e
ingerirla. Para que un estímulo discriminativo pueda ser establecido como
reforzador condicionado, se debe reforzar una respuesta en presencia de un
estímulo, usando alimento como reforzador. Para un pichón, el grano es un buen
reforzador (siempre que estemos seguros de que el ave haya sido privada de
grano); y el sonido que produce el mecanismo que entrega el grano junto con la
reducción en la iluminación de la cámara del ave, han resultado ser estímulos
discriminativos efectivos.
A partir de esto, reforzamos la conducta del ave de
caminar hasta donde está el grano y tomarlo solo en presencia de los siguientes
estímulos:
1) el sonido del mecanismo programador de la entrega de granos
2) la iluminación reducida.
Después de que el pichón ha comido un poco, se retira el comedero con
granos y después se vuelve a presentar una vez más en presencia de los dos
estímulos. Se necesitarán varias presentaciones de los estímulos y varios
reforzamientos de la respuesta en presencia de ellos, antes de establecer el control
de esos estímulos sobre las respuestas. Cuando el ave se aproxima inmediatamente
y en forma confiable al grano cada vez que ocurre el sonido y la reducción en la
iluminación y no se acerca en ausencia de ellos, los estímulos discriminativos
estarán controlando la conducta y podrán ser usados como reforzadores
condicionados para moldear otras conductas.
Nótese que este procedimiento ha establecido una cadena de estímulos y
respuestas como la señalada en el capítulo I. Una respuesta es emitida durante el
moldeamiento ahora podrá ser reforzada con el reforzador condicionado del
sonido del mecanismo de entrega del reforzador y con la reducción en la
iluminación. Estos estímulos son a su vez estímulos discriminativos en cuya
presencia la conducta de acercarse al grano y tomarlo será reforzada con la
ingestión del grano.
Los reforzadores primarios positivos como el grano, generalmente son
efectivos solo si el organismo ha estado privado de ellos inmediatamente antes.
En la práctica, el grano es un reforzador bastante efectivo para el pichón, cuando el
ave se mantiene en un 80 porciento del peso que tendría si fuera alimentado sin
restricción. El valor de 80 porciento no solo hace que el grano sea efectivo como
reforzador, sino que también mantiene al ave alerta y activa.
Una vez que estamos seguros de tener un reforzador efectivo para
nuestro experimento de moldeamiento, debemos proceder a analizar la conducta
específica que se va a moldear. En este caso, queremos que el pichón camine hasta
el pedal, que ponga una pata sobre él y que lo presione. Ahora podemos comenzar
a moldear la conducta del pichón reforzando por medio del reforzador
condicionado la primera parte de la respuesta, la cual en este caso es caminar.
O mejor aún, si el ave ya presenta la conducta de caminar con exceso desde el
principio del experimento, reforzaremos la conducta específica de caminar hacia el
pedal. El reforzador positivo, el cual es la comida que tiene obtiene el ave en
presencia del reforzador condicionado, producirá un incremento en el nivel
general de actividad del animal. Después de algunas presentaciones de la comida,
el ave estará activa y no tendremos ninguna dificultad en seleccionar y reforzar
cualquier actividad que la aproxime al pedal. Unos cuantos reforzadores que se
den al caminar hacia el pedal, darán como resultado que el ave camine
directamente hacia él después de que haya comido.
El siguiente paso será reforzar la respuesta de levantar la pata cuando el
ave esté frente al pedal. Esto no es difícil, debido a que el ave ya camina hacia el
pedal pero requiere una observación cuidadosa. Es necesario reforzar
inmediatamente la respuesta de levantar la pata y no la respuesta de ponerla de
nuevo en el piso. Cuando el ave esté frente al pedal, reforzaremos selectivamente
los levantamientos de la pata que incluyan movimientos hacia el pedal y que
tengan la suficiente altura como para poder ponerlo sobre él. Esto hará que
finalmente la pata sea colocada sobre el pedal. Posteriormente solo reforzaremos
los apretones del pedal y con ello habremos moldeado la respuesta deseada.
La aplicación cuidadosa y sistemática del procedimiento de
moldeamiento, aunado al uso de un reforzador efectivo, son suficientes para
enseñarle a un organismo cualquier conducta operante para la cual esté
físicamente capacitado. Por ejemplo, se ha enseñado a los pichones a jugar pingpong,
a las ratas a que levanten pesos que superan a los de sus propios cuerpos a
niños de dos o tres años a que escriban en máquina de una manera aceptable.
Difícilmente han comenzado a ser explotadas las posibilidades del moldeamiento
para usarse en las capacidades tanto de los animales como del hombre.
Manual de Psicología Educacional / Violeta Arancibia C., Paulina Herrera P. y Katherine Strasser S.
Wolfolk, anita (2010) Psicología educativa. 11a. edición. Editorial Pearson.
Papalia, Diane E. (1994). Psicología. Editorial McGraw-Hill.
Myers, David G. (2007). Psicología. Editorial Médica Panamericana.
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